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Olmedo Beluche: La esperanza de que el socialismo discurra por otros caminos

[Olmedo Beluche: La esperanza de que el socialismo discurra por otros caminos]

la vemos cada día en las revoluciones democráticas árabes, en Europa y en América

Entrevista a Olmedo Beluche, panameño, internacionalista. Profesor de Sociología de la Universidad de Panamá. Fue miembro y dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores, de orientación trostkista, Dirigente de la Internacional Trostkista, corriente formada por el Dirigente Nahuel Moreno, Dirigente Nacional de PST de Panamá (1978-2000), miembro y dirigente del Movimiento Popular Unificado (MPU) desde el 2001 hasta el presente. Ex secretario general del Partido Alternativa Popular,  en formación (2006-2011) y ex secretario general de la Asociación de Profesores de la Universidad de Panamá (2004-2006) realizada por Greti Richard. Reportera Popular Independiente que elabora contenidos para el sitio web de noticias y opinión www.aporrea.org y para la Asociación Nacional de Medios Comunitarios Libres y Alternativos y El Agrupamiento Nacional de Medios Comunitarios, Libres y Alternativos Guarura.

Greti Richard. Reportera Popular Independiente: ¿Que tendencias, alternativas consideras actualmente, que  tiene la propuesta del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela en su propuesta de crear la V Internacional Socialista?

Olmedo Beluche: La propuesta del presidente Chávez de crear una V Internacional fue realizada a fines de 2009. Ya han pasado más de dos años de eso, y la propuesta no fue reiterada ni por Chávez, ni por el PSUV, por lo tanto es muy difícil que reviva con el mismo entusiasmo con que fue formulada. Aunque eso no significa que un agrupamiento internacional de los revolucionarios, haya dejado de ser necesario. Por el contrario, en aquella ocasión hubo varios sectores que se opusieron, entre ellos varios partidos comunistas, el PT brasileño y algunos socialdemócratas. Pero, hubo muchos otros sectores que la apoyamos. Sólo reiteraría, lo que dijimos entonces, una nueva Internacional tendría que ser más como la I Internacional, que como la III o la IV, es decir, no podría ser centralista, sino más federativa.

G:R.: ¿De qué manera, se puede superar el sectarismo, atacado por las marcadas tendencias reformistas y colaboracionistas, frente a una percepción continuada del fin de la historia y el desgaste de los cuadros revolucionarios formados históricamente?.

O.B.: Esta pregunta es la ?del millón de pesos?, y en verdad no creo que yo tenga la respuesta. Es el dilema en que se debate la izquierda mundial desde hace tiempo, que oscila entre dos extremos: el oportunismo y el sectarismo. Por eso se produce la incertidumbre ideológica que prevalece. Pero como los pueblos y la humanidad no dejan de luchar, cabe la esperanza de que en algún lugar surja una dirección política, que supere esta situación y que sirva para orientar al resto de la vanguardia internacional.

G:R.: Si interpretamos la historia, aun sufrimos a nivel de lo local, nacional, regional y mundial una crisis de dirección revolucionaria, aunque los pueblos de manera atomizada y dispersa desarrollan una dirección revolucionaria autónoma, libre e independiente. ¿Qué elementos visualizas tu de estas dos realidades yuxtapuestas?

O.B: Esta pregunta guarda relación con la anterior. En ese sentido, lo objetivo, lo que sucede es que la lucha de clases no cesa, y las masas trabajadoras siguen movilizándose en todos los países contra un sistema capitalista en crisis, que cada día aumenta más la explotación económica y la expoliación de la naturaleza. De esa lucha surge la experiencia que ayuda a madurar a las direcciones políticas y a la vanguardia obrera y popular. Lo que pasa es que los ritmos a que esta lucha marca y el proceso de maduración política no los decide nadie, es un proceso por fuera de cualquier voluntad (objetivo). El proceso transciende cualquier vida personal y, por ello, algunos pueden desencantarse porque no ven la salida tan pronto como quisieran. Pero es una lucha generacional, que existe y no cesa, y es lo que debe dar lugar a un optimismo activo.

G:R.:¿Cómo ha sido tu experiencia al trabajar con los círculos bolivarianos a nivel intenacional y otros movimientos progresistas y de izquierda, que han mostrado interés en el proceso revolucionario bolivariano de Venezuela, llegando incluso a establecer plataformas de solidaridad internacional, y que saldos organizativos y de programas de acción conjunta se han llevado a cabo, y de los cuales tu tengas conocimientos?

O.B.: La Revolución Bolivariana, en especial después del intento de golpe de 2002, ha sido vista como un referente en Panamá de que es posible enfrentar  al capitalismo neoliberal y buscar alternativas. Fue como un renacer, luego de los diez años de incertidumbre y desmoralización posteriores a la caída del Muro de Berlín y la desaparición de la URSS. Creo que fue un proceso continental, al que siguió la experiencia boliviana y ecuatoriana. En Panamá, que va mucho más atrás en el proceso, ayudó a cuajar un intento similar con la creación del Partido Alternativa Popular. Proceso que se cerró por el momento bajo esa forma, pero que sigue vigente por otros caminos. La vanguardia panameña que se identificaba con el proceso bolivariano se organizó allí. Lamentablemente la lucha de clases nacional retrocedió y  la izquierda no superó sus sectarismos, pero allí está en germen el proyecto. A nivel regional hubo acciones más bien coyunturales, y ha faltado un proyecto orgánico más permanente.

G:R.:¿Crees que pueda existir alguna estrategia para que los movimientos sociales superen en su seno, el impacto de los sectores meramente propositivos que desgastan la agenda de tales eventos, para elevar el nivel de conciencia para darse de una real y concreta plataforma organizativa, permanente en el tiempo, con dirección política y dotada de un programa internacional para lucha por el socialismo?

O.B.: Siempre es posible crear instancias de coordinación y organización superiores y más efectivas. Pero hay que superar el viejo esquema stalinista que, aunque parezca mentira ha permeado al propio trotskismo, del falso ?centralismo democrático? que en el fondo es más centralismo que democracia. Hay que adoptar una actitud más abierta, de debate, incluso entre proyectos que parecen reformistas y los que parecen revolucionarios. No creo que haya nadie con capacidad de dar lecciones a los demás. Y, como es la lucha de clases la que en verdad debe dar la última palabra, hay que estar muy dispuestos a escucharse. Prevalecer el debate de ideas y centralizar la unidad de acción (antiimperialista y democrática). Hay que dar tiempo al proceso, a la maduración, acompañando la lucha de clases, a la vez que se debate.

G:R.:¿Qué factores consideras como los mas importantes que contribuyeron a la degeneración de los estados obreros, durante la historia mundial, y que oportunidades, tendencias y voluntades podrían ayudar a recomponer la dirección ideológica que tanto necesitamos, aunque sea a nivel de vanguardia, sabiendo ya que los pueblos en su organización y lucha ya han desbordado cualquier capacidad de dirección de partido político alguno?

Respecto a la degeneración de la URSS, Trotsky fue el primero que vio el problema y ubicó lo medular. Una casta burocrática privilegiada usurpó el poder a la clase obrera, mancillando la esperanza y la lucha por el socialismo y el comunismo de millones de personas, para los actos más viles que le mantuvieron en el poder por sesenta años. El desprestigio de ese ?socialismo?, es el que da pie a que la vanguardia hoy se identifique con el ?socialismo del siglo XXI? del que habla Chávez. Pero no puede haber un socialista del siglo XXI que no analice los ?errores? de la URSS, tanto como el falso ?socialismo? de la socialdemocracia, que no es más que un ropaje del capitalismo. En ese sentido, estudiar a Trotsky es obligatorio.

La esperanza de que el socialismo discurra por otros caminos la vemos cada día en las revoluciones democráticas árabes, en la revolución anticapitalista que empieza en Europa, en especial Grecia, en las luchas antiimperialistas de América Latina. Toca a la presente generación construir esa alternativa socialista nueva, sin los vicios del oportunismo, ni del sectarismo, con una actitud permanentemente crítica. Hay que tener cuidado con los que algunos compañeros llaman los ?principios?, a los que quieren reducir todo, que en realidad se han convertido  en esquemas falsos. Los principios en realidad son muy pocos, por eso son principios: la lucha permanente por la liberación de la clase obrera del capitalismo en un marco de democracia obrera (que ponga en las masas la libertad de opinión y de decisión).  En lo demás, hay que tener juego de cintura (como dicen en boxeo).

Fonte: mpupanama
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